Politica sanitaria

Bloqueo en la negociación del convenio de AMAVIR - AMMA Navarra

Los sindicatos ELA, CCOO y SATSE, junto con la representación de las trabajadoras de AMAVIR, se han concentrado ante el Parlamento de Navarra para manifestar el malestar generado por el bloqueo en la negociación de un nuevo convenio en las residencias de AMAVIR en Navarra. 
Concentración para la negociación del convenio de residencias grupo AMAVIR

Los sindicatos ELA, CCOO y SATSE, junto con la representación de las trabajadoras de AMAVIR, se han concentrado ante el Parlamento de Navarra para manifestar el malestar generado por el bloqueo en la negociación de un nuevo convenio que afiance y asegure un mínimo en las condiciones laborales del personal de las residencias de AMAVIR en Navarra. 

En la concentración se ha explicado que tres de las seis residencias del grupo en Navara lleva sin convenio ya dos años y en condiciones ya de por sí muy precarias, de forma que si para el mes de junio no se renueva, deberían acogerse al convenio estatal, de peores condiciones.

La empresa ya anunció en la única reunión mantenida que no se sentaría a negociar hasta que el Gobierno de Navarra no reactivase el Convenio de Residencias o no dotara económicamente para cubrir esas peticiones.

Así, desde los sindicatos han apelado al Gobierno como responsable político del sector de los cuidados, pero también a su responsabilidad económica, dado el alto número de plazas concertadas con Amavir.

Perspectivas

Hacer la vista gorda con nuestros mayores tiene consecuencias

Juan tiene 76 años. María, 82. Concha 84. Pedro, 79. Ellos son algunas de las personas
residentes en un centro para la tercera edad del grupo AMAVIR. Centro elegido por ellos
y sus familias, depositando la confianza -y el ahorro-, y buscando ser atendidos y
cuidados con todas las garantías y mimo que uno se merece al llegar a la edad de
descansar.

Son cuatro, pero hay más de 500 personas como ellos residiendo en tres de
las seis residencias de este grupo empresarial en Navarra, AMAVIR Argaray, A. Oblatas
y A. Mutilva. Y todos ellos están sufriendo ya la precariedad a la que tienen sometido al
personal que cura, cuida, atiende y escucha a nuestros mayores. (...)

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