Las enfermeras somos la gran fuerza laboral de la sanidad pública, pero no recibimos el respeto ni el reconocimiento que merecemos. Sufrimos temporalidad, inestabilidad, sobrecarga, bajos salarios y falta de reconocimiento. Nos quieren invisibles, pero no lo vamos a permitir.

El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, nos unimos para exigir un cambio estructural que nos sitúe en el lugar que nos corresponde. Queremos una nueva clasificación profesional que refleje nuestra formación, competencias y capacidad de liderazgo. Queremos las mismas oportunidades y condiciones que otras profesiones de igual nivel.

Estamos hartas, hartas de excusas, hartas de barreras, hartas de techos de cristal, hartas de estereotipos, hartas de ser discriminadas.   

No nos vamos a conformar con promesas vacías. Le exigimos al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que tome medidas urgentes y coordine los distintos ministerios para acabar con esta situación injusta y discriminatoria. 

Por los mismos derechos, las mismas condiciones y las mismas oportunidades.
¡POR UNA CLASIFICACIÓN JUSTA!